Solemos evaluar el nivel cultural de un pueblo por el número de actividades artísticas y sociales que se desarrollan en el mismo.
A veces y a pesar del escaso acercamiento de los ciudadanos a dichos actos, exposiciones, conferencias o presentaciones literarias, se sigue manteniendo un índice de eventos cualitativo, pero ello no supone un crecimiento cultural de sus habitantes, más bien al contrario, un desgaste inútil por conseguirlo.
La medida de asistencias a las actividades de nuestro Ateneo no deja de ser mínimamente aceptable. Contra lamentables ausencias de algunos eventos, en otros la sala se llena de entusiastas participantes.
Por ello, no podemos quejarnos en demasía, aunque nuestro deseo es contar con una amplia asistencia de público. Como esto no siempre es posible, intentamos ocupar los espacios de la cultura en nuestras instalaciones (y fuera delas mismas) con una diversidad de materias que podríamos considerar encomiable: Literatura, gastronomía, astronomía, ciencia, sociología, política, educación, salud, cine y tv... entre otras.
Por tanto, consideramos que la aportación de este Ateneo de Badajoz por la cultura de la ciudad es un ejemplo a seguir que no siempre contempla el reconocimiento de las instituciones, que tienen la obligación moral y funcional de facilitar a sus conciudadanos los espacios culturales necesarios. Y aunque los hay, no son siempre los necesarios.
Y aquí estamos, desde el Ateneo de Badajoz, esforzados en no claudicar a pesar de los recortes y la falta de apoyos mínimos y exigibles.
No nos rendimos, pero necesitamos tu presencia. Ven al Ateneo.
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