EL totalismo es una suerte de contextualidad social que modula y controla, a la carta (esto es, en función de intereses concretos u objetivos determinados) la concepción del mundo, el pensamiento, la ideología y la acción de los individuos. Se trata de una pulsión de la sociedad civil por la que se controlan colectivamente las relaciones sociales bajo una sola ideología oficial. Para conseguir la reforma del pensamiento se pueden aplicar diversos criterios de coerción psicológica o persuasión coercitiva. Veamos. ① El control del ambiente, mediante el aislamiento de las influencias externas a través de discursos, libros, seminarios, conferencias, encuentros o jornadas que demonicen a un adversario convertido de facto en enemigo; ② La manipulación mística o conjunto de movilizaciones, mítines, consignas, merchandising, mensajes o argumentarios que, repetidos sin solución de continuidad, estimulan una determinada respuesta espontánea que consolida la convicción inducida. Se terminan las dudas y se reafirma la verdad. ③ La demanda de pureza mediante la construcción de un ‘nosotros’ enfrentado a un ‘ellos’, que no admite una tercera vía alternativa y exige la apuesta decidida por el ‘nosotros’. ④ La confesión, donde se busca la expresión y manifestación espontánea de los miembros del grupo, que será clarificada o coordinada por los guías de la verdad establecida o de la causa que moviliza. ⑤ La ciencia sagrada, en la que se imparte una doctrina (irrefutable) en un contexto en que la duda es una forma de heterodoxia o rebeldía mal vista. ⑥ Con la carga del lenguaje se deifican personas, mitos, héroes, imágenes y palabras. Se diseña una neolengua que delimita un espacio, una concepción de la verdad y un programa concreto. ⑦ Mediante el culto a la persona, el individuo se adapta al grupo creando lazos verticales, horizontales y transversales entre los miembros que asumen colectivamente las decisiones tomadas. Y, finalmente, ⑧ la dispensación de la existencia: aceptada la verdad y la causa, el individuo existe en la medida que cree en una y en la otra. La redención solo es posible dentro del grupo. Quien da la espalda a la verdad o a la causa pasa a engrosar las filas del ‘ellos’.
Estos criterios sirven para dar cuenta y razón de algunos de los totalismos cotidianos que se desarrollan en la actualidad: la Transición, el Espíritu del 78, la Unión Europea como fin, el Daesh e Isis, el Islamismo radical como enemigo, el populismo, y tantos otros que nos cercan y corroen.
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