Llegan las Navidades 2017 y pronto estaremos consumiendo el año 2018, pero aún se encuentran sin resolver múltiples y fundamentales problemas que tiene el país, España, pese al reiterado mensaje y machacona promesa que nos hacen los politiquillos gobernantes: el paro, la corrupción sistemática y global de los gestores, la precariedad del empleo, el decaimiento al límite del estado de bienestar, la pérdida de derechos fundamentales, la gran mentira de la economía, el descaro esperpéntico en la forma de gobernar (para unos pocos), la unión de poderes, etc. etc. En definitiva, la apoteosis de una gran mentira irreversible… Pero no son fechas para caer en la depresión lánguida nacida de la impotencia. Debemos recuperar la esperanza y potenciar nuestro entusiasmo positivo y, oteando nuestro horizonte más lejano, proveernos de deseos y actitudes sólidas que procuren un mejor futuro para nuestros hijos y allegados.
¡Con nuestros mejores ánimos y deseos para superar el año que termina y afrontar el año 2018, que va a comenzar!